lunes, 30 de abril de 2012

suba suba, imaginación a la mano que el festival va a empezar!


Julio Cortázar

 Nació en Bruselas en 1914 y residió en Buenos Aires desde los cuatro años. 
Se le considera uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, laprosa poética y la narración breve en general,y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren una autonomía y una profundidad psicológica.


Amor 77

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.


Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Nelson Estupiñán Bass

(Súa - Esmeraldas,1912),Narrador, poeta, periodista y catedrático. Premio nacional Eugenio Espejo por la totalidad de su obra. Es uno de los más destacados exponentes de la negritud en el Ecuador, varias de sus novelas aluden y recrean este mundo. El crítico norteamericano Henry J. Richards afirma: "Francamente, es justificable sostener que las contribuciones de Estupiñán Bass a la narrativa lo ponen en la vanguardia de los novelistas hispanoamericanos de hoy... el autor ha logrado producir una novela histórica que está de acuerdo con las normas establecidas para ese género, la encarnación del héroe mítico en uno de los personajes y la enunciación de la ideología revolucionaria."


Canción del niño negro y del incendio 

Negro, negro, renegrido,
Negro hermano del carbón,
Negro de negros nacido,
Negro ayer, mañana y hoy.
Algunos creen insultarme
Gritándome mi color,
Más yo mismo lo pregono
Con orgullo frente al sol:
Negro he sido, negro soy,
Negro vengo, negro voy,
Negro bien negro nací,
Negro, negro he de vivir
Y como negro morir.

Ayer estaba jugando
En el portal de una casa
Con Pepe, que es más pequeño
Y que es hijo de dos blancos.
Pepe, como buen amigo,
Su tambor había traído.
Cuando su madre nos vio
Vino veloz a la carrera
Y del brazo lo llevó.
-No debes jugar con negros,-
Le dijo, y limpió el tambor
Y la cara de mi amigo.

Juro que si algún pedazo
De mi color en la cara
De Pepe hubiera quedado,
Con la mano se lo arranco,
Porque mi color lo quiero
Y lo quiero para mí.

¡Barrio Caliente está en llamas!
¡Se quema Barrio Caliente!
El barrio negro se quema
Con un trozo de algodón

Los bomberos ya se acercan,
¡Pero el barrio está sin agua!
Barrio Caliente es hoguera
Y el fuego es una pantera
Que nos está persiguiendo
En una selva de llamas.
Crepitan guadua y pambil,
Cade, piquigua y rampita.
¡Ay, mi rancho que se quema
Y mi madre que naufraga
En marejadas de llamas!

¡Ay, mi hermanita, mi hermana,
Que nos llama, que nos llama,
Con una voz que se apaga
Por la escalera encendida
Que cayó sobre el cuerpo,
Que la tiene aprisionada
Y no la deja salir!
¡Que la salven a mi hermana,
Que yo pago lo que pidan,
Que si no tengo dinero
Puedo pagar con mi vida!

Mi madre tiene las ropas
Todas, todas, encendidas.
¡Mi madre que ya se quemó!
Más por el bosque de llamas
Como un fantasma abre campo.
¡Que una madre, por sus hijos,
Hasta el fuego lo domina!
Ya la rescató a mi hermana
Del infierno del incendio.
Yo recuperé mi voz,
¡Más que me llenan los ojos
De lágrimas de contento!
-¡Mama –digo, y somos tres
Que rodamos por la calle.

Ahora las llaman saltan
Del trampolín de mi rancho
A la casa del vecino.

Cuando la madre de Pepe
Ve que llevan por la calle
A mi madre y a mi hermana
En camillas militares,
Dice en tono suplicante
Alzando al cielo los brazos:
-¿Por qué se nos quemó, dios mío,
Todo ese Barrio caliente?

En los tiempos que vendrán,
Cuando caigan las barreras
Del odio de los adultos,
Las barreras de colores
De los niños que hundirán
Será cuando sea hombre,
Será cuando tenga hijos,
Será cuando el mundo nuevo
Nazca de todos los puños.
Niños blancos, niños negros,
Niños negros, niños blancos
Mano a mano se unirán,
Corazón con corazón,
Unirán casa con casa
Para la unión de la raza.
Otros serán ya los niños
¡Pero yo estaré presente!

Seré espiga de maizales,
O gota de agua cayendo
En las pupilas humildes
De marinos y soldados,
Machete de macheteros,
Rayo de sol en los juegos
De los niños del suburbio,
O quizás modesto abono
De la tierra repartida,
¡Pero yo estaré presente!

Negro, negro, renegrido,
Negro hermano del carbón,
Negro de negros nacido,
Negro ayer, mañana y hoy.
Algunos creen insultarme
Gritándome mi color,
Más yo mismo lo pregono
Con orgullo frente al sol:
Negro he sido, negro soy,
Negro vengo, negro voy,
Negro bien negro nací,
Negro, negro he de vivir
Y como negro morir.

sábado, 28 de abril de 2012

Raúl Pérez Torres

Nació en Quito el 11 de Mayo de 1941."Como narrador hace su prosa con paciencia y con mensaje social. Capta la realidad con criterio científico y devuelve a la misma su verdadera imagen. Trabajador persistente y cabal, se encuentra en un lugar preeminente dentro de la narrativa hispanoamericana, maneja con soltura variadas técnicas narrativas demostrando gran dominio de recursos expresivos y logra un lenguaje fresco y vigoroso, con arraigo en estratos del habla popular. Pérez Torres fue el tercer escritor ecuatoriano en obtener el premio Casa de las Américas. Pérez Torres es un escritor comprometido con su tiempo, cree que "Micaela y otros cuentos" es su colección mejor escrita y "Manual para mover las fichas" el libro al que le tiene mas afecto porque a partir de él comprendió su responsabilidad como escritor y lo importante y vital que puede ser un cuento sentido con pasión y escrito con oficio.


Poema de amor

Amo tu locura, tu pequeña locura,
como la de los jilgueros.
Amo lo que te suena desde el ombligo,
algo como el jazz.
Amo el misterio de tu carne,
casi oriental,
liviana como el caer de una hoja en otoño,
tu carne dolorosa
macerada con trágicas herencias.
Amo en ti el trepidar de tu carne,
tu carne de mariguana, de opio,
de Cocteau.

Amo los deslices de tu carne,
los treinta denarios de tu carne,
el judas de tu carne
negándome tres veces.
Amo en ti la memoria lacerada
de la primera vez que desperté a tu lado,
asustado, creyendo que había vivido un siglo.

Amo en ti (y lo he besado con excesos)
la brizna de hierba que te creció en el pubis
la misma noche en que tomamos cerveza
con Walt Whitman.

Ana Minga


(Loja, 1984) es ecuatoriana, reside en Quito, donde se licenció de Comunicadora Social.  Ha obtenido el primer lugar en el concurso de cuento “Rostros de Luna”, organizado por el Museo de Bellas Artes de la ciudad de Quito; el primer lugar en el Concurso de Poesía 2003 de la Universidad Central del Ecuador, medalla de plata en el Concurso Universitario de Poesía 2006 de la Universidad Central del Ecuador, y mención de honor en Segovia, España, en el I Concurso de Relato Corto de Villa Pedraza.




Yo no escribo porque otros escribieron antes.

Escribo a mis plumajes
a las lunas que caían sobre la casa
al pasto donde por primera y última vez me arrodillé
a la noche más negra y larga.
Al viento que me anticipaba la danza de buitres
a la flor que hace tiempo murió
a la música que se acuesta a los pies de mi cama
a mi padre que fue un niño
a la pólvora que el tabaco me empujó a la una de la mañana
al grito de no me abandones
a la sangre que obstruye mis venas
a las manos que aullaron como perros sin dueño
al payaso que llora frente al espejo
al papel que en media alba sólo responde verdades
a la foto cuando uno todavía fingía inocencia
a todo lo que me permite alzar esta copa en las tinieblas.

Escribo 
no porque otros hayan escrito antes 
disculpen mi arrogancia
pero es cierto
yo escribo borracha
unas veces llorando de alegría
y otras gimiendo ceniza.

No escribo por humilde
ni mucho menos para liberarme de mis muertos
es decir de mis fantasmas
es decir de mis únicas compañías.
¡No!
Escribo porque detesto el olvido
porque no encuentro nada más que hacer en mi agenda:
cajón de ruidos.

jueves, 26 de abril de 2012

Santiago Vizcaíno

Quito, 1982 Licenciado en Comunicación y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Textos suyos se han publicado en las revistas Letras del Ecuador, Rocinante, Ruido Blanco, Casa de las Américas (Cuba), ConnotationPress (EEUU), Punto de Partida (México), entre otras. Su primer libro de poesía, Devastación en la tarde, recibió el Premio Nacional de Literatura en 2008 por parte del Ministerio de Cultura. Asimismo su libro de ensayo Decir el silencio, en torno a la poesía de Alejandra Pizarnik, que obtuvo el segundo lugar en esa categoría. Recibió el Segundo Premio Pichincha de Poesía 2010 por su libro En la penumbra y una mención particular en la XXVI Edición del Premio Mundial Nósside de poesía.


El carbón del fuego

He visto a la abuela cuando atizaba el fuego de madrugada.
Qué esperanza tan soberbia,
esa de preocuparse por el germen de los eucaliptos.

He visto a la abuela mascullar una herida,
como un grillo.

He visto a la abuela,
díganme cómo he visto a la abuela,
observando la llama.

César Vallejo

(Santiago de Chuco, 1892 - París, 1938) Escritor peruano. César Vallejo es acaso una de las figuras de mayor relieve dentro del vanguardismo hispánico.
En 1918 César Vallejo publicó su primer poemario:Los heraldos negros, en el que son patentes las influencias modernistas, sobre todo de Julio Herrera y Reissig. Esta obra contiene, además, muestras de lo que será una constante en su obra: la solidaridad del poeta con los sufrimientos de los hombres, que se transforma en un grito de rebelión contra la sociedad.


Los Heraldos Negros 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... ¡Yo no sé! 

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 

Son las caídas hondas de los Cristos del alma 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Los poemas, los cuentos y los amorfinos se toman los sistemas de transportación urbana de Quito.



Se trata del 2do Festival Itinerante de Narración Oral MEMORIANDANTE.


“La Compañía accidental La Puerta” y “los de a pie teatro” con el apoyo del Ministerio de Cultura del Ecuador, irrumpirán en la cotidianidad de la urbe para recuperar la importancia de la palabra y motivar a la lectura.

El festival arranca el 8 de mayo en los buses de transporte urbano y las paradas del sistema integral Trolebús. Durante los días del evento, ocho narradores orales profesionales contarán textos de 22 autores ecuatorianos como: Huilo Ruales, Catalina Sojos, Abdón Ubidia, Leonor Bravo, Raúl Pérez Torres, entre otros. También 8 autores latinoamericanos serán parte del repertorio, entre ellos: César Vallejo, Eduardo Galeano, Julio Cortázar, Ana María Shua.

Memoriandante quiere rendir un justo homenaje a importantes escritores ecuatorianos, quienes nos han legado su significativa obra. Uno de los grupos participantes: Llakta Shunku,  hará un reconocimiento especial al escritor esmeraldeño  Nelson Estupiñán Bass, por los 10 años de su muerte y por los 100 años de su nacimiento, tomando poemas, décimas y arrullos de su autoría.


FECHA: Del  8 al 14 de mayo del 2012
LUGAR: Paradas de Trolebús y  Buses de transporte urbano. 


MEMORIANDANTE,  busca recuperar la importancia de la palabra oral, porque es esencial para los pueblos, porque ayuda a mantener la memoria social-histórica, porque sensibiliza a quien la  escucha y motiva a la lectura.

El festival busca, también, involucrar a la ciudadanía, por lo que se dictará dos talleres gratuitos de narración oral a jóvenes y adolescentes, con el fin de que ellas y ellos, se conviertan en multiplicadores de esta iniciativa.

FECHA: Del 14 al 17 de mayo del 2012
LUGAR: Centro de Desarrollo Comunitario en la Parroquia de Alangasí
                 Casa de la Cultura en el Cantón Pedro Vicente Maldonado

Y como último evento, invitamos a todos los estudiantes y la ciudadanía en general a asistir al Encuentro de Narración Oral, a realizarse en la Universidad Central, en el que participarán narradores orales invitados.

FECHA: 17 de mayo de 2012
LUGAR: Biblioteca de la Facultad de Comunicación Social  (FACSO) de la Universidad central del Ecuador, Quito.
HORA: 18:00 


Seguros de contar con su valioso apoyo en la difusión de este festival, enviamos nuestro sincero agradecimiento.
Para mayor información, coordinar coberturas y entrevistas por favor
contactar a:




Gabriela Rubio
Comunicadora Social del Festival
098982127
2347 556


TWITTER: @memoriandate

lunes, 23 de abril de 2012

Marcelo Villa Navarrete

(Quito, Ecuador, 1981). Miembro del colectivo Machete Rabioso Editores. Publicó el poemario Brújula de polvo(2006). Obtuvo una mención en la Bienal de Poesía 2010 (Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo Tungurahua) con el poemario Persistencia del árbol.Segundo lugar en el Primer Concurso de Microcuentos Microquito (2010).


Poemas de "Persistencia del Árbol"

En mis manos usted devenía en pluma, en camelia, en bolsa de té. De cada beso usted huía mas quedaba su sonrisa. Y una vez, la última, usted entró, buscó refugio en mis costillas. Corrí aullando entre campanarios y bocinas de automóviles: la sangre hervía y ya era tarde, siempre fue tarde: usted bebió silencio y no resbaló de mí. 

Abdón Ubidia

Narrador, ensayista, antólogo y crítico literario. En la década de los sesenta fue parte del movimiento contestario Tzántzico.Es una de las voces más representativas y relevantes de la moderna literatura ecuatoriana. Su libro de relatos Bajo el mismo extraño cielo (Premio Nacional de Literatura José Mejía, 1979), Divertinventos (1989) y las novelas Sueño de lobos (declarada Libro del Año 1986 y ganadora también del Premio Nacional de Literatura) y Ciudad de invierno (que ha alcanzado las diez ediciones) lo insertan en el cuadro de honor de la literatura iberoamericana. Como investigador en el campo de la literatura oral, ha publicado El cuento popular (1997) y La poesía popular (1982). Ha colaborado en numerosas publicaciones culturales, dirigió la revista cultural Palabra suelta, y ha realizado investigaciones de campo como compilador de leyendas y tradiciones orales.


Del seguro contra robo de autos 

El sistema funciona así: cuando el ladrón consigue entrar al automóvil ―cosa por lo demás nada difícil― y se sienta frente al volante, unos dispositivos accionados electrónicamente traban las puertas y aseguran las ventanas. La operación puede o no ser silenciosa. El segundo paso sobreviene cuando el intruso trata de arrancar el motor. Entonces, sobre el tablero de los instrumentos parpadea una luz roja. A continuación una voz grabada repite, cada treinta segundos, el mismo mensaje: “De aquí no podrá salir… De aquí no podrá salir”. Luego del tercer mensaje (esto ya ha sido computado) el ladrón, que ha insistido ya varias veces con el arranque, intenta huir. Pero, tanto puertas como ventanas están muy bien trabadas. No conseguirá abrirlas. Es cuando una aguja hipodérmica sale del asiento y le inyecta un preparado especial que le paraliza las piernas y le deja sin voz. Se ha establecido que, en un porcentaje muy alto de los casos, el ladrón ―bajo el efecto de la inyección― cree que todo lo que ocurre no es otra cosa que una pesadilla. Para evitarle tal error, la misma grabación le explica los pormenores del asunto. Y así todo queda listo para el último paso que, por desgracia, es harto desagradable pero, sin duda, necesario. El espaldar y el asiento se corren hacia la derecha (en los modelos ingleses hacia la izquierda) dejando al descubierto un sistema de engranajes y émbolos entre los cuales el ladrón es perfectamente triturado, comprimido y disuelto en un poderoso ácido inodoro cuya fórmula es un secreto de la casa fabricante. Luego, asiento y espaldar retornan a su posición normal, de tal manera que el propietario cuando entre a su vehículo y lo ponga en marcha no encuentre un solo indicio de lo que ha ocurrido ahí.
La casa fabricante garantiza que sólo en uno por ciento de los casos el dispositivo confunde ladrón con propietario.

domingo, 22 de abril de 2012

Fernando Artieda

Nació el 14 de junio de 1945 y falleció a la edad de 64 años.Su producción literaria “es eminentemente contestataria y era el sello de autenticidad de su persona. Su poesía era la 
unión de la nueva poesía latinoamericana. En Fernando se revive la tradición del juglar que 
sabe decir su poesía”. Hernán Zúñiga 
Frenando Artieda era el poeta del pueblo,el único que fue capaz de llegar con su poesía a las multitudes.

Pueblo, clave y fantasma de JJ

"Yo sé que tú lo dudas
que yo te quiera tanto.
Si quieres me abro el pecho
y te enseño el corazón..."

Y le llegó su Caimán
su Julio Verne
por eso de que De La Tierra la Luna,
de que Viaje al Centro de la Tierra
cosa tan triste.

Y fue como si anduvieran
ofreciendo la muerte a domicilio
porque de pronto se encendieron las rocolas
en el Pollo loco
en el Chuzo engreído
en el No te agüeves
y la voz del man entró así con todo
por las ventanas de las casas
por las goteras del techo
por las rendijas de las cañas separadas.
En las esquinas la biela zumbaba
y la gente no hablaba sobre él
porque para qué iban a hablar
si el pueblo sabe que de esas cosas nunca se habla.

En el café de los intelectuales
la cosa se estaba poniendo kafkiana
cuando pasó Carebandido y les dijo
que qué Gabo ni la gaver's
no ven que se ha muerto el man.
Cuál man cuál man
preguntaron los desenchufados
y carebandido
con esa dignidad característica
de los ladrones de barrio y los poetas
Cuál man más va a ser pues gil
habrá algún otro más bacán que Julio Jaramillo.
Las putas sacaban monedas de a Sucre
de sus chaucheras trasnochadas
y las metían en las ranuras de las Wurlitzer
para escuchar
"No puedo verte triste porque me mata
tu carita de pena, mi dulce amor"
Y comentaban
y algunas hasta lloraban
y el maricón Alfredo tenía que estarlas arriando
ya pues señoras a trabajar
déjense de pendejadas
ni que el hombre hubiera sido su marido.
Una zorra veterana bebía cerveza y recordaba
que ella lo había conocido
desde los tiempos
en que era camote de la Blanca Garzón
el mejor calzón
que había en esa época
por los cabareses de Guayaquil.

Los taxistas y las peroles
seres por los cuales uno puede enterarse
de casi todas las cosas de este mundo
seguían escuchando Radio Cristal
que había transmitido como un partido de fútbol
la muerte de Jota Jota
Con sus micrófonos instalados
directamente desde la clínica Dominguez
donde yace en el lecho del dolor
el único
el incomparable
el ahijado de car
el ídolo del pueblo
Julio Jaramillo.
La voz de Umovar
sinceramente conmovida,
pero rota por catorce horas seguidas
de darle y darle a la lengua en forma continuada
iba adquiriendo tonalidades deprimidas
y a ratos hasta dejaba botado el micrófono
para ir a tomarse una cerveza
o a comentar con otros locutores de la radio
las cosas del velorio.

Las cantinas estaban llenas
y había un clima como de alborozo trágico
como si una angustia jubilosa fuera tomándose las calles
subiéndose por los postes de alumbrado
reptando por los jardines de los parques
y trepando los árboles más altos
para desde ahí descolgarse
con todo su entusiasta dramatismo
sobre la ciudad acongojada
sorprendida
estupefacta
porque era que no se podía creer
porque aunque se sabía que estaba grave
que se iba a morir de todos modos
una sobrevivencia como ajena
nos había dado la nota de que la muerte no existía
de no pararle bola
de que lo único que tenía derecho entre nosotros
era la vida.

Dos días con sus noches lo velamos en el estadio.
De todas partes se venían
con mujeres
con hijos
desde Lomas de Sargentillo venían
desde Pechiche
de Vueltalarga venían
sólo para ver como cantaba de muerto.

Ríos de gente salían de los manglares
bajaban de los cerros rodando por el lodo
ensuciándose la ropa
perdiendo los zapatos
perdiéndolo todo
menos la firmeza de estar junto a él
en su última conquista
la de aquella tarde en que Dios que se le va ajumando
i el -zas- que se le va levantando a la muerte
para toda la vida.

Miles y miles de zambos
cholos
negras culonas
choros
putas
poetas
asesinos
deportistas
periodiqueros
sinvergüenzas
curas
sableadores
contrabandistas
alcahuetes
pesquisas
estibadores
betuneros
y maricas.
Gentes del pueblo arracimados en colas largas
como el destino
para tocar el cuerpo
persignarse
llorar a grito herido la huella de su ausencia.

Mónica se vino desde la yoni
para contarle después de muerto
todo lo que lo había querido.

Un borrachito
con una botella de trago en la mano temblorosa decía
ahora sólo nos queda Barcelona
ahora sólo nos queda Barcelona

Ahora se va.
Va caminando lentamente como bandera extendida
entre los brazos de la gente
se va el zorzal
el lírico
el artista.
Se va el duro
el brava
el superbacán
el pinga de oro
el cantante más pesado que ha tenido el Ecuador
y el mundo
más claro ya
'cha nota con mi persona.

Ya resbala tiernamente el cadáver
abrumado de flores
y es como si los muelles
se hubieran puesto a toser señales
antiguas sirenas
cangrejos
pianos y manzanas.
La masa, desconcertada,
ebria de malas noches y de alcohol
se va raleando en grupos de a uno
de a cinco
de treintaidos.
Van buscando la calle estrangulada
que sienten medio enferma
como traspapelada entre las sombras
como sonámbula
como si fuera otra y no esta Guayaquil
la ciudad viuda y guáchara
que había perdido al mismo tiempo
su hijo
y su machuchín.